Se basan en el uso de un sólo color, llenando a los ambientes de sobriedad, y elegancia. La idea es utilizar diferentes matices, tonalidades y texturas de un mismo color, los cuales en conjunto creen un efecto apacible y armónico. En este caso, se recomienda utilizar un tono claro en las paredes y el mismo color, pero acentuado, en pisos y detalles como accesorios o complementos.